En una conversación entre amigos de forma sutil, salió el
tema del BDSM, pero esta vez uno de mis amigos, dejo entrever una cierta
admiración por el tema, hasta donde yo sabía solo otro de mis amigos, Rubén, compartía
mi gusto sobre el tema. Intrigada con cierto morbo, al día
siguiente y tras comentárselo a Rubén, buscamos un rato a solas con David
para hablar del tema, no queríamos descubrirnos y mucho menos malinterpretar lo
que el día anterior había dicho, desconocíamos su conocimiento sobre el
tema mucho más su rol, pero a ambos nos picaba la curiosidad sobre los
gustos de David.
Hasta aquel momento mi atracción solo se había demostrado
hacia sumisas, hacia el sexo débil, y tan solo en una ocasión anterior me
había planteado aceptar un sumiso, mi carácter dominante aunque visible
en casi todas las facetas de mi vida, lo era aún más con las chicas que
aceptaban ponerse bajo mi mando, llevaba varios años practicando de forma
esporádica y había tenido dos sumisas de forma permanente, durante largos
periodos.
Conseguimos atraer a David sin levantar sospechas hasta un
parque, donde solíamos ir con frecuencia. Rubén de forma
picara comenzó la conversación hablando de que tenía que ser divertido someter
a una chica, verla atada a la cama… su cara se desencajo Rubén se sintió
cortado ambos miraron hacia a mi como esperando algún tipo de comentario (lo
más seguro es que ambos esperarían un comentario diferente de mi boca). Mi
reacción fue reír… comente:
- No
me miréis a mí nunca me han atado… pero podría ser interesante ( no quería
descubrirme ni, tampoco dejar en la estacada a Rubén)
Tras mis palabras la cara de David se vio aliviada. Y
para mi sorpresa el comentario fue directo.
- Es
cierto puede ser divertido que una, en mi caso mujer, te ate abuse de
ti...
- Pero
no se… ¿qué opináis?
Por un momento mis dientes se afilaron, sentí ganas de
dominarlo, mire a Rubén y sonreí, y no pude controlarme, de modo que
pensé en voz alta.
- Mira
haber yo si quieres, te ato y te domino…
Rubén me miro muy sorprendido, y pregunto ¿estas segura? ¿Tú
con chicos?
David no sabía a qué venían esas preguntas, que, aunque en
voz baja, habían sido totalmente percibiles para David, que nos miraba atónito.
- haber
me he perdido, ¿a ti no te gustan los chicos?
- Sí,
claro que si
- Entonces
porque pregunta si ¿tú con chicos?
Sonreí y pensé la respuesta, analice las posibles
respuestas y opte por la más directa.
- Me
gustan los chicos, pero también las chicas sobre todo si es como tú dices, para
atarlas…
- Tú,
tú, ¿tú has atado a alguna chica?
- Si
- Y
¿Rubén lo sabía?
- Si,
ambos compartimos gustos…
- Entonces
vosotros…
- No,
no, ambos somos dominantes, algo hemos hecho juntos pero no entre nosotros.
- ¿Y
qué hay que hacer para entrar ahí,?, pregunto David
La pregunta nos sonó extraña, nos miramos y contesté.
- Nada
esto no es una secta.
Mi pregunta fue obligada.
- ¿Tú
te sientes sumiso?
- Si,
si, sueño a menudo con que me domine una chica con látigo tacones altos
A mi mente vinieron recuerdos de escenas de tantos
momentos juntos, en ninguna pude percibir esa sumisión, al contrario
David era una persona con mucho carácter, dominante y bastante machista.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, quizás me había ofrecido antes de tiempo.
- David
esto es un juego, pero no un juego de niños, ¿qué papel jugabas tú
en esos sueños?
- No
sé, estoy atado ella me folla locamente, me pega , me muerde …
- ¿
tu cómo te comportas con ella?, por fin pregunto Rubén que observaba sin hablar
- Yo,
la follo, le beso los pies me excito cuando me da con su látigo…
- Puff
es que lo nuestro es algo distinto…
- Bien,
no pasa nada yo aprendo… podéis hacelo vosotros antes yo os miro.
- Te
hemos dicho que ambos somos dominantes ni yo me sometería a él ni él se
sometería a mí, ¿lo entiendes?
- Y
no podéis hacer una excepción…
Mi paciencia se estaba agotando, y ambos contestamos a la
vez
- No.
Intente terminar la conversación aludiendo a que habíamos
quedado con los demás… y recordándole que guardara silencio ya que conocemos que
en más de una ocasión habló más de la cuenta.
Al volver a casa busque a Rubén para que me acompañara,
quería hablar con él, de lo ocurrido. Hablamos de que, tal vez no había
sido buena idea preguntarle, de que ambos sentíamos cierto miedo porque
metiera la pata, y nos acabará poniendo en un compromiso con los demás
“inocentes vainillas”
Desde aquel día cada vez que me pillaba a solas intentaba
con comentarios soeces fuera de lugar, convencerme para preparar “una
fiestecilla” como él decía. Yo siempre le esquivaba con respuestas del
tipo, ando liada, más adelante, cuando te aclares, cuando sepas algo más…
Pero….
Tras mucho insistir, ya no me quedaban escusas que darle, lo
había esquivado mil veces, y notaba que poco a poco su interés por el tema
había crecido, y en las últimas veces, se acercaba a mí de forma sumisa, y
solía susurrarme Ama, aceptame…
Hablé con Rubén sobre el tema, y me comento que le había
pedido que me convenciera, pero que esa decisión era mía, sé que él, pensaba
que no era mi tipo, pero… que tal vez con una sesión se
despejarían las dudas… o me dejaría en paz…
Volví a hablar con David, intentando sonsacar qué
era lo que de verdad deseaba… , y lo nuevo que había conocido sobre el
tema, sus conocimientos habían avanzado mucho, según me
comentó había estado leyendo en internet y estaba seguro de lo que
quería , además me aseguro que yo le daba tranquilidad, y que quería iniciarse
conmigo y con nadie más. Hablamos de gustos y de “limites iniciales”
Tras mucho suplicar como un perro, accedí a tener
una sesión de iniciación con él.
Quedamos una tarde de viernes en su casa, llegue pronto,
quería pillarlo de improvisto, nada más llegar, volví a preguntarle si estaba
seguro de lo que iba a hacer, convencido de hacerlo…
Acordamos una palabra de seguridad y rápidamente sin demora,
ordené: “de rodillas”, él obedeció sin dudarlo. Teniéndolo en esa posición
aproveche para quitarme el bolso, donde guardaba muchos juguetitos, ponerlo en
la mesa, quitarme la chaqueta y volverme hacia él. Me seguía con la
vista, con una tranquilidad que me asombraba. Al legar ante David, ordene se
desnudara sin perder la posición, me busco e intentó preguntar o
alegar algo, pero en ese momento le puse la mano en la boca con intención de
evitar que hablara,
Mientras se desnudaba torpemente metí mis dedos en su boca,
buscando inspeccionarla y conseguir una arcada, tras la
arcada cerro los dientes sobre mis dedos, una bofetada resonó en su cara. Me
miro sorprendido mi cara era impasible.
- No
vuelvas a hacerlo o te arrepentirás.
- Pero
es que no me gusta.
- Debes
tratarme con respeto, y llamarme Ama y de usted, sé que eres nuevo y debes
aprender, pero el respeto es algo que debes asimilar pronto. Además que no te
guste no es una razón para revelarte, si no soportas eso, di la palabra de
seguridad y me iré sin más. Preguntare una vez más antes de continuar estas
dispuesto a ponerte en mi manos.
- Si
- Si
¿Qué?
- Si,
Ama
- Muy
bien perro, empecemos, termina de desnudarte ante mí.
Nunca le había visto desnudo completamente, y me excitaba
verlo por primera vez en esa situación, pensando tantos ratos de amistad
juntos.
Su cuerpo era esbelto, tenía los abdominales marcados, pero
para mi gusto estaba muy delgado era alto, de pié me sacaba más de un palmo…
sus ojos verdes se clavaron en mí justo antes de deshacerse de sus
calzoncillos. A un gesto mío de aprobación se los quito mostrándome
su pene erecto.
- Eres
un perro, te estoy humillando y aun así, estas excitado.
- Quítate
la ropa Ama y folla a tu perro.
- Hablas
demasiado.
Cogí el calzoncillo que se había quitado momentos antes y lo
introduje en su boca, rápidamente intento expulsarlo de su boca, volví a
colocarlo, pero viendo su intención de sacárselo con la mano me acerque a la
mesa con intención de buscar una cuerda y atarlo.
- No
te muevas, le dije
Pero mi orden fue desobedecida, se levantó ya sin el
calzoncillo en su boca se acercó a mí me embistió y agarro mis muñecas. Mi
indignación se hizo evidente, y mi enfado se podía notar visiblemente.
- ¿Qué
haces? Suéltame
Pero mi orden no obtuvo respuesta. Me giró y me
apoyo sobre la mesa sin soltar mis muñecas, lo mire y seguidamente pataleé e
intente zafarme de sus manos.
- David,
ya valió, no me hagas esto, no me gusta , suéltame
Se giró, cogió la cuerda que aun sujetaba en mis
manos, y pese a mis suplicas la rodeó de las muñecas apretando con firmeza. Una
vez me tuvo sujeta y esquivando mis continuas patadas me soltó, se
separó y me dijo:
- No
me interesan tus gustos, debes tratarme con respeto , y rió
- No
eres mi Amo, no soy una sumisa, y no quiero estar aquí, esto no es BDSM, no es
consentido.
- No
haré más de lo que tú pensabas hacerme. Pórtate bien, y yo seré bueno.
- No,
no, no. – dije casi suplicando
- De
rodillas perra. De rodillas
Sin saber porque, obedecí, se acercó a mí, levanto mi top y
tiro bruscamente de mi sujetador. Soltó mi falda y me arrancó el tanga,
haciéndome bastante daño. Metió sus dedos en mí, y me masturbo. De un empujón
me tiro al suelo y me violó. No tenía fuerzas para reprenderle, mi indignación
y mi rabia me había dejado casi
paralizada, cuando se cansó de follarme, me agarro del pelo y me levanto sin
dejarme ponerme en pié, de rodillas acerco su polla a mi boca y me la folló,
sin remilgamientos, casi consiguiendo hacerme vomitar, se vino en mi boca, lo
expulse de mí, y callo por mi barbilla y termino en el suelo. Cuando pensé que todo iba a acabar se acercó
a la mesa, y cogió una vara que estaba en mi bolso.
- No por
favor no la uses, por favor…
- ¿Tú ibas a
usarla conmigo?
- No
- Entonces
para qué la traías…, yo si la usaré. Limpia lo que has manchado puta.
Me apresuré a agacharme y chupar el suelo, de manera que
deje expuestas mis nalgas cuando sentí el primer varazo, que me hizo erguirme y
dolerme en un grito. Cogió mi tanga me lo metió en la boca,
- Levantate
zorra, y ponte contra la pared, ábrete de piernas y apoya la frente sobre la
pared.
Como pude expulsé el tanga y me negué, saque fuerzas y le
rogué que me dejara marchar que ya se
había pasado demasiado, lo intente imponiéndose, haciéndolo reflexionar,
suplicándole, pero nada le hizo cambiar de idea… Una nueva descarga con la
vara, me hizo reaccionar y con toda la ira del mundo y del mundo hizé lo que
mandaba.
Por mi mente pasaban mil pensamientos, pero ninguno me
ayudaba a librarme de él, en ese momento, pensé que cuando acabara lo
denunciaría, incluso que cuando me soltara y muy por la fuerza se lo haría
pagar, pero no me resulto ni a primera vista demasiado factible. Al poneme de
pié note que algo resbalaba suavemente por mi entrepierna y que debido a las
embestidas tal vez se tratara de sangre, pero no podía tocarme, continuaba
atada.
Una vez me coloque en mi posición paso mi mano como un viejo
verde por mi culo, apretándolo, con fuerza deseoso, y me dio dos buenos azotes
por supuesto menos dolorosos que lo varazos anteriores, confió en que era la
primera vez que cogía una vara y no controlaba la fuerza de empleo.
Lo siguiente fue otro varazo y una orden directa de
contarlo, apenas acerté a decir u-n-o cuando el dos estaba encima tarde en
contarlo y lo repitió, volviendo a descargar la vara y diciendo “ dos puta dos”
, dos conteste, cada latigazo cortaba mi blanca piel y dejaba un escozor
indescriptible, con el tercer varazo, y durante décimas de segundo pude verme
desde fuera , apoyada sumisa, azotada, humillada, marcada como una perra, pero
rauda contesté tres, y así hasta la media docena donde no pude continuar mi posición y caí de
rodillas…
Afortunadamente paro de azotarme, que pena de haberlo sabido
me hubiera dejado caer antes… al girarme pude observar que su polla estaba de
nuevo erecta, por lo que , apoyo su antebrazo en mi espalda bajándola hasta
dejar tocar la frente al suelo y dejando mi trasero expuesto, metió el dedo
encontró mi vagina y de nuevo me follo, aunque todo he de decirlo de forma
bastante menos brusca, se corrió en el parquet, giro mi cabeza sujetando mi
pelo, y sin más baje a limpiar las pocas gotas que se habían esparcido por el
suelo. El me dejo en medio del salón y se fue al servicio, conseguí levantarme
pero estaba atada y no quería salir a la calle de esa guisa… además seguro no podría abrir la puerta. A
los pocos segundos llego,
se
acercó con intención de soltarme pero al llegar a mi altura se paró y me dijo,
indicando hacia la puerta del fondo.
- ves
aquella puerta, lavate vístete, y vete de aquí, porque si no te vas a
arrepentir. Esto es lo que se siente cuando te atan, y te humillan, y he de
reconocer que me ha excitado aunque también sé que no he sido el único por que
tus flujos te gotean, perra. Ven que te desato.
Aquellas palabras me humillaron sobremanera, era posible que
con el mal rato que había pasado encima me hubiera excitado. Él se encerró en
su cuarto, fui al baño, me lavé, no tenía sangre, era posible qué ¿solo fuera
flujo? me vestí por supuesto sin ropa interior ya que estaba hecha pedazos pase
por su habitación di una patada a la puerta con mucha rabia, y chille “CABRÓN
VETE A LA MIERDA”, sin ni tan siquiera probar si la puerta estaba abierta; cogí
mis cosas y salí del piso”
Una vez en mi coche arranque a llorar de la impotencia , me
sentía violada, por un amigo, las cosas se habían torcido como nunca pude
imaginar que se torcieran… mi desconsuelo no tenía calma, hasta que después de
mucho rato mi móvil sonó era Rubén, se lo cogí entre sollozos, e intente
explicarle lo ocurrido, en pocos minutos y viendo que estaba hecha un manojo de
nervios se presentó en el parking, mi coche estaba cerrado al llegar
desconfiada lo mire bien y le abrí, me agarre a él y seguí llorando. Cuando me
tuvo calmada, me dijo:
- Espérame un
segundo ahora vengo…
- No, no
vallas por favor, no vallas…
- No te
preocupes solo voy a por una botella de agua, dijo mirándome dulcemente, y
desapareció
A su vuelta yo estaba acurrucada con los ojos cerrados y por
fin en silencio. El no traía la botella de agua, pero si la mano enrojecida a
la altura de los nudillos, supuse lo que había ocurrido pero preferí no
preguntar.
Me acompaño a casa subió, me espero a que me duchara y
acariciándome consiguió que cayera dormida en sus brazos sobre mi cama. No sé
cuánto tiempo se quedó solo sé que a la mañana siguiente no estaba en mi casa.
Por la mañana todo parecía una terrible pesadilla, me costaba
creer que era cierta e incluso tuve que revisar mis muñecas para ver las marcas
que las ataduras dejaron en ellas.
Pensé en denunciar pero, la humillación de explicar el cómo
llegue a esa situación lo complicaba, e imaginaba a los policías riéndose de mi…
una vez desechada la opción, intente volver a la normalidad. Huí quedar con los
amigos durante días, y por lo que sé él tampoco volvió a quedar desde entonces apenas le he visto un par de
veces, y no he tenido valor de enfrentarme a él, ignorando por completo que
semanas después recibí un mail, pidiéndome perdón por lo ocurrido.
Deje por una temporada el Bdsm, y el contacto con este
mundo, pero después de meses en algún rincón de mí, volvió a existir el ansia
de volver, y aunque odiaba la imagen que me hacía ver, que sintiéndome como una
perra rastrera me había excitado. .Empecé a ver los videos de sumisas sometidas
con otros ojos Tras hablarlo con mi amigo
y tras largo tiempo negando lo evidente asumí, que habiendo acariciado
el otro lado quizás aquí comenzara una vida switch, eso sí viendo a las mujeres
como mis sumisas y a los hombres como Amos, pero ahora solo me fiaba de
Ruben, como acepto someterme será tema de otro relato…