martes, 24 de julio de 2012

De Ama a Switch ...


En una conversación entre amigos de forma sutil, salió el tema del BDSM, pero esta vez uno de mis amigos, dejo entrever una cierta admiración por el tema, hasta donde yo sabía solo otro de mis amigos, Rubén, compartía mi gusto sobre el tema. Intrigada  con cierto morbo, al día siguiente  y tras comentárselo a Rubén, buscamos un rato a solas con David para hablar del tema, no queríamos descubrirnos y mucho menos malinterpretar lo que el día anterior había dicho, desconocíamos su conocimiento sobre el tema  mucho más su rol, pero a ambos nos picaba la curiosidad sobre los gustos de David.
Hasta aquel momento mi atracción solo se había demostrado hacia sumisas, hacia el sexo débil, y  tan solo en una ocasión anterior me había planteado aceptar un sumiso,  mi carácter dominante aunque visible en casi todas las facetas de mi vida, lo era aún más con las chicas que aceptaban ponerse bajo mi mando, llevaba varios años practicando de forma esporádica  y había tenido dos sumisas de forma permanente, durante largos periodos.
Conseguimos atraer a David sin levantar sospechas hasta un parque, donde solíamos ir con frecuencia.   Rubén  de forma picara comenzó la conversación hablando de que tenía que ser divertido someter a una chica, verla atada a la cama… su cara se desencajo  Rubén se sintió cortado ambos miraron hacia a mi como esperando algún tipo de comentario (lo más seguro es que ambos esperarían un comentario diferente de mi boca). Mi reacción fue reír…  comente:
-          No me miréis a mí nunca me han atado… pero podría ser interesante ( no quería descubrirme  ni, tampoco dejar en la estacada a Rubén)
Tras mis palabras la cara de David se vio aliviada.  Y para mi sorpresa el comentario fue directo.
-          Es cierto puede ser divertido que una, en mi caso mujer, te ate  abuse de ti...
-          Pero no se… ¿qué opináis?
Por un momento mis dientes se afilaron,  sentí ganas de dominarlo, mire a Rubén y sonreí,  y no pude controlarme, de modo que pensé en voz alta.
-          Mira haber yo si quieres, te ato y te domino…
Rubén me miro muy sorprendido, y pregunto ¿estas segura? ¿Tú con chicos?
David no sabía a qué venían esas preguntas, que, aunque en voz baja, habían sido totalmente percibiles para David, que nos miraba atónito.
-          haber me he perdido, ¿a ti no te gustan los chicos?
-          Sí, claro que si
-          Entonces porque pregunta si ¿tú con chicos?
Sonreí y pensé la respuesta,  analice las posibles respuestas y opte por la más directa.
-          Me gustan los chicos, pero también las chicas sobre todo si es como tú dices, para atarlas…
-          Tú, tú, ¿tú has atado a alguna chica?
-          Si
-          Y ¿Rubén lo sabía?
-          Si, ambos compartimos gustos…
-          Entonces vosotros…
-          No, no, ambos somos dominantes, algo hemos hecho juntos pero no entre nosotros.
-          ¿Y qué hay que hacer para entrar ahí,?, pregunto David
La pregunta nos sonó extraña, nos miramos y contesté.
-          Nada esto no es una secta.
Mi pregunta fue obligada.
-          ¿Tú te sientes sumiso?
-          Si, si, sueño a menudo con que me domine una chica con látigo  tacones altos
A mi mente vinieron recuerdos de  escenas de tantos momentos juntos,  en ninguna pude percibir esa sumisión, al contrario David era una persona con mucho carácter, dominante y  bastante machista. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, quizás me había ofrecido antes de tiempo.
-          David esto es un juego, pero no un juego de niños,   ¿qué papel jugabas tú en esos sueños?
-          No sé, estoy atado ella me folla locamente, me pega , me muerde …
-          ¿ tu cómo te comportas con ella?, por fin pregunto Rubén que observaba sin hablar
-          Yo, la follo, le beso los pies  me excito cuando me da con su látigo…
-          Puff es que lo nuestro  es algo distinto…
-          Bien, no pasa nada yo aprendo… podéis hacelo vosotros antes  yo os miro.
-          Te hemos dicho que ambos somos dominantes ni yo me sometería a él ni él se sometería a mí, ¿lo entiendes?
-          Y no podéis hacer una excepción…
Mi paciencia se estaba agotando, y ambos contestamos a la vez
-          No.
Intente terminar la conversación aludiendo a que habíamos quedado con los demás… y recordándole que guardara silencio ya que conocemos que en más de una ocasión habló más de la cuenta.
Al volver a casa busque a Rubén para que me acompañara, quería hablar con él, de lo ocurrido. Hablamos de que,  tal vez no había sido buena idea preguntarle,  de que ambos sentíamos cierto miedo porque metiera la pata, y nos acabará poniendo en un compromiso con los demás “inocentes vainillas”
Desde aquel día cada vez que me pillaba a solas intentaba con comentarios soeces  fuera de lugar, convencerme para preparar “una fiestecilla” como él decía. Yo siempre  le esquivaba con respuestas del tipo, ando liada, más adelante, cuando te aclares, cuando sepas algo más…
Pero….
Tras mucho insistir, ya no me quedaban escusas que darle, lo había esquivado mil veces, y notaba que poco a poco su interés por el tema había crecido, y en las últimas veces, se acercaba a mí de forma sumisa, y solía susurrarme Ama, aceptame…
Hablé con Rubén sobre el tema, y me comento que le había pedido que me convenciera, pero que esa decisión era mía, sé que él, pensaba que no era mi tipo, pero…  que tal vez con una sesión  se despejarían las dudas… o me dejaría en paz…
Volví a hablar con David,  intentando sonsacar qué era lo que de verdad deseaba… , y lo nuevo que había conocido sobre el tema,  sus conocimientos habían avanzado mucho,  según me comentó había estado leyendo en internet  y estaba seguro de lo que quería , además me aseguro que yo le daba tranquilidad, y que quería  iniciarse conmigo y con nadie más. Hablamos de gustos y de “limites iniciales”
Tras mucho suplicar como un perro, accedí a  tener una sesión de iniciación con él.
Quedamos una tarde de viernes en su casa, llegue pronto, quería pillarlo de improvisto, nada más llegar, volví a preguntarle si estaba seguro de lo que iba a hacer, convencido de hacerlo…
Acordamos una palabra de seguridad y rápidamente sin demora, ordené: “de rodillas”, él obedeció sin dudarlo. Teniéndolo en esa posición aproveche para quitarme el bolso, donde guardaba muchos juguetitos, ponerlo en la mesa, quitarme la chaqueta  y volverme hacia él. Me seguía con la vista, con una tranquilidad que me asombraba. Al legar ante David, ordene se desnudara sin perder la posición,  me busco e intentó preguntar o alegar algo, pero en ese momento le puse la mano en la boca con intención de evitar que hablara,
Mientras se desnudaba torpemente metí mis dedos en su boca, buscando inspeccionarla  y conseguir una arcada,  tras la arcada cerro los dientes sobre mis dedos, una bofetada resonó en su cara. Me miro sorprendido mi cara era impasible.
-          No vuelvas a hacerlo o te arrepentirás.
-          Pero es que no me gusta.
-          Debes tratarme con respeto, y llamarme Ama y de usted, sé que eres nuevo y debes aprender, pero el respeto es algo que debes asimilar pronto. Además que no te guste no es una razón para revelarte, si no soportas eso, di la palabra de seguridad y me iré sin más. Preguntare una vez más antes de continuar estas dispuesto a ponerte en mi manos.
-          Si
-          Si ¿Qué?
-          Si, Ama
-          Muy bien perro, empecemos, termina de desnudarte ante mí.
Nunca le había visto desnudo completamente, y me excitaba verlo por primera vez en esa situación, pensando tantos ratos de amistad juntos.
Su cuerpo era esbelto, tenía los abdominales marcados, pero para mi gusto estaba muy delgado era alto, de pié me sacaba más de un palmo… sus ojos verdes se clavaron en mí justo antes de deshacerse de sus calzoncillos.  A un gesto mío de aprobación se los quito mostrándome su pene erecto.
-          Eres un perro, te estoy humillando y aun así, estas excitado.
-          Quítate la ropa Ama y folla a tu perro.
-          Hablas demasiado.
Cogí el calzoncillo que se había quitado momentos antes y lo introduje en su boca, rápidamente intento expulsarlo de su boca, volví a colocarlo, pero viendo su intención de sacárselo con la mano me acerque a la mesa con intención de buscar una cuerda y atarlo.
-          No te muevas, le dije
Pero mi orden fue desobedecida, se levantó ya sin el calzoncillo en su boca se acercó a mí me embistió y agarro mis muñecas. Mi indignación se hizo evidente, y mi enfado se podía notar visiblemente.
-          ¿Qué haces? Suéltame
Pero mi orden no obtuvo respuesta. Me giró  y me apoyo sobre la mesa sin soltar mis muñecas, lo mire y seguidamente pataleé e intente zafarme de sus manos.
-          David, ya valió, no me hagas esto, no me gusta , suéltame
Se giró, cogió la cuerda que aun sujetaba en  mis manos, y pese a mis suplicas la rodeó de las muñecas apretando con firmeza. Una vez me tuvo sujeta y esquivando mis continuas  patadas me soltó, se separó y me dijo:
-          No me interesan tus gustos, debes tratarme con respeto , y rió
-          No eres mi Amo, no soy una sumisa, y no quiero estar aquí, esto no es BDSM, no es consentido.
-          No haré más de lo que tú pensabas hacerme. Pórtate bien, y yo seré bueno.
-          No, no, no. – dije casi suplicando
-          De rodillas perra. De rodillas
Sin saber porque, obedecí, se acercó a mí, levanto mi top y tiro bruscamente de mi sujetador. Soltó mi falda y me arrancó el tanga, haciéndome bastante daño. Metió sus dedos en mí, y me masturbo. De un empujón me tiro al suelo y me violó. No tenía fuerzas para reprenderle, mi indignación y mi  rabia me había dejado casi paralizada, cuando se cansó de follarme, me agarro del pelo y me levanto sin dejarme ponerme en pié, de rodillas acerco su polla a mi boca y me la folló, sin remilgamientos, casi consiguiendo hacerme vomitar, se vino en mi boca, lo expulse de mí, y callo por mi barbilla y termino en el suelo.  Cuando pensé que todo iba a acabar se acercó a la mesa, y cogió una vara que estaba en mi bolso.
-          No por favor no la uses, por favor…
-          ¿Tú ibas a usarla  conmigo?
-          No
-          Entonces para qué la traías…, yo si la usaré. Limpia lo que has manchado puta.
Me apresuré a agacharme y chupar el suelo, de manera que deje expuestas mis nalgas cuando sentí el primer varazo, que me hizo erguirme y dolerme en un grito. Cogió mi tanga me lo metió en la boca,
-          Levantate zorra, y ponte contra la pared, ábrete de piernas y apoya la frente sobre la pared.
Como pude expulsé el tanga y me negué, saque fuerzas y le rogué que me dejara marchar  que ya se había pasado demasiado, lo intente imponiéndose, haciéndolo reflexionar, suplicándole, pero nada le hizo cambiar de idea… Una nueva descarga con la vara, me hizo reaccionar y con toda la ira del mundo y del mundo hizé lo que mandaba.
Por mi mente pasaban mil pensamientos, pero ninguno me ayudaba a librarme de él, en ese momento, pensé que cuando acabara lo denunciaría, incluso que cuando me soltara y muy por la fuerza se lo haría pagar, pero no me resulto ni a primera vista demasiado factible. Al poneme de pié note que algo resbalaba suavemente por mi entrepierna y que debido a las embestidas tal vez se tratara de sangre, pero no podía tocarme, continuaba atada.
Una vez me coloque en mi posición paso mi mano como un viejo verde por mi culo, apretándolo, con fuerza deseoso, y me dio dos buenos azotes por supuesto menos dolorosos que lo varazos anteriores, confió en que era la primera vez que cogía una vara y no controlaba la fuerza de empleo.
Lo siguiente fue otro varazo y una orden directa de contarlo, apenas acerté a decir u-n-o cuando el dos estaba encima tarde en contarlo y lo repitió, volviendo a descargar la vara y diciendo “ dos puta dos” , dos conteste, cada latigazo cortaba mi blanca piel y dejaba un escozor indescriptible, con el tercer varazo, y durante décimas de segundo pude verme desde fuera , apoyada sumisa, azotada, humillada, marcada como una perra, pero rauda contesté tres, y así hasta la media docena  donde no pude continuar mi posición y caí de rodillas…
Afortunadamente paro de azotarme, que pena de haberlo sabido me hubiera dejado caer antes… al girarme pude observar que su polla estaba de nuevo erecta, por lo que , apoyo su antebrazo en mi espalda bajándola hasta dejar tocar la frente al suelo y dejando mi trasero expuesto, metió el dedo encontró mi vagina y de nuevo me follo, aunque todo he de decirlo de forma bastante menos brusca, se corrió en el parquet, giro mi cabeza sujetando mi pelo, y sin más baje a limpiar las pocas gotas que se habían esparcido por el suelo. El me dejo en medio del salón y se fue al servicio, conseguí levantarme pero estaba atada y no quería salir a la calle de esa guisa…  además seguro no podría abrir la puerta. A los pocos segundos llego,                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   se acercó con intención de soltarme pero al llegar a mi altura se paró y me dijo, indicando hacia la puerta del fondo.
-           ves aquella puerta, lavate vístete, y vete de aquí, porque si no te vas a arrepentir. Esto es lo que se siente cuando te atan, y te humillan, y he de reconocer que me ha excitado aunque también sé que no he sido el único por que tus flujos te gotean, perra. Ven que te desato.
Aquellas palabras me humillaron sobremanera, era posible que con el mal rato que había pasado encima me hubiera excitado. Él se encerró en su cuarto, fui al baño, me lavé, no tenía sangre, era posible qué ¿solo fuera flujo? me vestí por supuesto sin ropa interior ya que estaba hecha pedazos pase por su habitación di una patada a la puerta con mucha rabia, y chille “CABRÓN VETE A LA MIERDA”, sin ni tan siquiera probar si la puerta estaba abierta; cogí mis cosas y salí del piso”
Una vez en mi coche arranque a llorar de la impotencia , me sentía violada, por un amigo, las cosas se habían torcido como nunca pude imaginar que se torcieran… mi desconsuelo no tenía calma, hasta que después de mucho rato mi móvil sonó era Rubén, se lo cogí entre sollozos, e intente explicarle lo ocurrido, en pocos minutos y viendo que estaba hecha un manojo de nervios se presentó en el parking, mi coche estaba cerrado al llegar desconfiada lo mire bien y le abrí, me agarre a él y seguí llorando. Cuando me tuvo calmada, me dijo:
-          Espérame un segundo ahora vengo…
-          No, no vallas por favor, no vallas…
-          No te preocupes solo voy a por una botella de agua, dijo mirándome dulcemente, y desapareció
A su vuelta yo estaba acurrucada con los ojos cerrados y por fin en silencio. El no traía la botella de agua, pero si la mano enrojecida a la altura de los nudillos, supuse lo que había ocurrido pero preferí no preguntar.
Me acompaño a casa subió, me espero a que me duchara y acariciándome consiguió que cayera dormida en sus brazos sobre mi cama. No sé cuánto tiempo se quedó solo sé que a la mañana siguiente no estaba en mi casa.
Por la mañana todo parecía una terrible pesadilla, me costaba creer que era cierta e incluso tuve que revisar mis muñecas para ver las marcas que las ataduras dejaron en ellas.
Pensé en denunciar pero, la humillación de explicar el cómo llegue a esa situación lo complicaba, e imaginaba a los policías riéndose de mi… una vez desechada la opción, intente volver a la normalidad. Huí quedar con los amigos durante días, y por lo que sé él tampoco volvió a quedar  desde entonces apenas le he visto un par de veces, y no he tenido valor de enfrentarme a él, ignorando por completo que semanas después recibí un mail, pidiéndome perdón por lo ocurrido.
Deje por una temporada el Bdsm, y el contacto con este mundo, pero después de meses en algún rincón de mí, volvió a existir el ansia de volver, y aunque odiaba la imagen que me hacía ver, que sintiéndome como una perra rastrera me había excitado. .Empecé a ver los videos de sumisas sometidas con otros ojos Tras hablarlo con mi amigo  y tras largo tiempo negando lo evidente asumí, que habiendo acariciado el otro lado quizás aquí comenzara una vida switch, eso sí viendo a  las mujeres  como mis sumisas y a los hombres como Amos, pero ahora solo me fiaba de Ruben, como acepto someterme será tema de otro relato…

Atacada en mi casa


Atacada en mi casa...

Llevaba un día de perros, el trabajo había sido un caos y solo deseaba llegar a casa pegarme una ducha y acostarme, cerrar los ojos e imaginar que aquel día no había sucedido, problemas con los compañeros, problemas con el jefe, problemas con mi hermano… lo dicho un día de perros.
Tarde en aparcar una eternidad, baje del coche, me apresure hasta el portal,  subí las escaleras a oscuras, rebusque en mi bolso las llaves y atine a abrir la puerta. A la vez que traspasaba el umbral de la puerta intente encender la luz, pero no funcionaba, era el colmo ¿podía pasarme algo más? Me dispuse bastante enfadada a cruzar el pasillo y a averiguar que sucedía
De repente alguien me agarro con un brazo mi cuello y con la otra mano mi boca. El terror que sentí esos instantes fue indescriptible, mis piernas tambaleaban como varas verdes , y tan solo un siseo indicaba que debía guardar silencio
El  miedo  no  me  dejo  reaccionar  me  quede  quieta,  casi  paralizada  y  por  un  momento  pensé  que  mi  vida  terminaría  en  ese  momento;  por  un  momento  la  sensación  y  tacto  de  esa mano   en  mi  cara  era  agradable  era  suave,  no    porque  pensaba  eso,  pero  me  ayudo  a  calmar  un  poco  el  miedo.  Aun  estaba  detrás  de  mí,  su  olor  empezó  a  inundar  el  ambiente  era  un  aroma  varonil , suave,  dulce  y  muy  rico,  tomo  mis  manos  por  las  muñecas  yo  empezaba  a  temblar  nuevamente  del  miedo  que  me  producía  el  sentirme  indefensa,  se  acerco  a  mi  hombro  y  susurro  en  mi  oído  con  una  voz  entre  dulce  y  a  la  vez  cruel  que  al  escucharla  me producía  más  escalofríos    y  mi  cuerpo  se  erizaba  no  sabía  si  de  miedo  o  de  excitación  pues  su aroma y su voz me agradaban.
-       -    No  digas  nada, y no te muevas si yo no te lo pido, si  lo  haces  no  tendré  compasión  por  ti…….

El  miedo  aun  me  tenia  presa  y  ante  tal  amenaza  no  diría  nada,  empezaba  a  temblar  y  nuevamente  escuche  aquella  dulce  y  cruel  decime:
-          Me  encanta  tu  piel  erizada  y  como  tiemblas  de  miedo……
-          Te  diré  las  reglas  del  juego  si  quieres  sobre  vivir  las  has  de  seguir al  pie  de  la  letra.
-          Solo  las  diré  una  vez  así  que  pon  atención,  se  que  eres  muy  inteligente  y  lo  harás             

Esas  palabras  me  dejaron  mas  perpleja  aun,  hablaba como si me conociera, mientras  escuchaba  sentía  su  nariz  rozar  suavemente  mi  oreja  por  espacios,  sentía  su  respiración  era  profunda,  solo  pensaba  en  identificar  aquella  voz  y  esa  aroma  que  comenzaban  a  grabarse  en  mi  mente  como  insignia  de  que  mi  vida  cambiaria  de  ahora en  adelante;  mientras  tanto  prosiguió  con  sus  instrucciones.
-          La  primer  palabra  que  logres  pronunciar  la  llamaremos  tu  palabra  de  seguridad.
-          Así  que  piensa  bien  que  dirás,  esa  palabra  será  la  diferencia  entre  placer  y  dolor.
-          Desde  esta  noche  serás  de  mi  propiedad  obedecerás  todas  mis  ordenes.  Y  tu  vida  estará  a  salvo  desde  ahora  eres  mía.

El  miedo  y  mi  sentido  de  supervivencia  actuaron  y  grite
-          No  me  hagas  daño!
Tapo  rápidamente  mi  boca,  tornándose  su  voz  severa  y  cruel:
-          ¿A  caso  no  escuchaste  mi  orden?
-          Tendré  que  castigarte  por  desobedecerme,  yo  no  lo  quería
-          Hoy te voy a enseñar a obedecer

Me agarró el brazo con mucha dureza, mi cabeza daba vueltas y casi no pude resistirme, me dirigió a mi habitación, conocía muy bien mi casa, ya que su dirección fue perfecta, pero yo en cambio por la falta de luz y su insistencia me di varios golpes en mis piernas.
Al llegar a la habitación  me arrojó al suelo,  me dio una sonora bofetada y me giro para atarme las manos a la espalda, rompió mi camisa y descubrió  tras el sujetador mis pechos erguidos. Note que  mirarme en esa posición le excitaba sobremanera. Desató mi pantalón y me deshizo de mis bragas, las olió y me las metió en la boca.
Volvió a girarme y me colocó boca abajo sobre sus piernas dobladas y me nalgueó muy fuerte, de seguro sus grandes manos quedaron marcadas a fuego en mi blanca piel. No pude reprimir mi dolor y gemí por ello.
-          Creo que no lo has entendido no quiero oírte hablar ni emitir sonido alguno, mis castigos pueden ser más severos he venido con la intención de enseñarte a sentir placer, y de hacerte pasar una noche inolvidable, pero de ti depende que sea más severo o  más benevolente, que sea un placer o un infierno. Si no te portas bien te dolerá y mucho.
-          Recuerda no debes hablar y si algo te pregunto bastara que indiques si o no con la cabeza
-          ¿esta claro, zorra?

Solo pude asentir recordando sus claras instrucciones. Cuando paro de azotarme, separao mis piernas y por detrás consiguió acceder a mi sexo.
-          Muy bien zorrita , ummm me gusta esta húmedo  y no parece muy abierto aunque habrá que raparlo antes de que puedas sentir mi verga en tus entrañas.

Tras trastear con sus dedos en mi interior, retrocedió buscando otro agujero, pero al intentar invadirlo mis músculos se contrajeron de forma involuntaria y su otra mano que se encontraba acariciando mis nalgas, me golpeo sin piedad 3 veces en mi trasero. Seguidamente volvió a intentar introducirme un dedo en mi ano esta vez con más brusquedad,  aunque esta vez no impedí  que entrar , digamos que el agujero era demasiado pequeño y no entraba con la facilidad que él habría programado.
-          ¿Aun eres virgen analmente?

Tan solo con la cabeza asentí repetidamente. Con la consecuente risa y burla por su parte
-      No me lo puedo creer, voy a ser yo quien te desvirgue, no te asustes quizás te moleste al principio pero te gustará. Recuerda no moverte, y estate tranquila , cuanto más relajada te encuentres menos será el dolor que sientas- Bien,  empecemos

Colocó una pinza que apretaba fuerte mi clítoris, me dolía pero era un dolor soportable, me aseguró que ese dolor me evitaría centrarme en lo que iba a hacer en mi culo. Sus palabras me ruborizaban y el silencio en mi interior se marcaba en mi mente como un tatuaje.
-          ¿estas incomoda atada?
-          ¿Si? Te desataré pero has de prometerme obedecer y colaborar-

Prefería asentir e intentar colaborar, que estar indefensa ante sus perversas acciones.
-          Ponte a cuatro patas, voy a trabajarte antes de … ya sabes follarte todo el culo.
Me sentía muy avergonzada por la situación, la posición, la humillación…y comencé a llorar en silencio.
Él se puso un guante de látex,  con bastante delicadeza me untó con lubricante y comenzó a meterme un dedo, despacio y poco trozo, lo metía lo sacaba y lo movía en círculos apretando mi esfínter y agrandando mis paredes, yo cerraba los ojos y me concentraba en relajarme.
-          Ves como no te duele demasiado, solo debes portarte bien y yo haré lo mismo.
-          Ahora voy a meter dos dedos.

Negué con la cabeza no quería seguir, solo quería despertarme y que aquello solo fuera un sueño.  Él desoyó mis suplicas y continuó metiendo dos dedos en mi interior, tras unos pocos movimientos saco los dedos de mi, y me los acercó a mi cara.
-          ¿Qué es esto?
-          Es tuyo chúpalo, te niegas, estas segura de que no lo chupas.
-          Bien entonces tendré que ponerte un enema para que no vuelva a ocurrir, me da igual que no quieras, haberlo pensado antes.

Tras mucho rato a mi lado se levanto y fue a la cocina no sin antes indicarme que no me moviera hasta que no volviese. Tardo poco y regresó con una botella de agua, una goma y un cubo y un embudo,  la imagen de lo que se suponía me iba ha hacer me atormentaba, y me revolvía el estómago.
-          Voy a meterte esta agua poco a poco, te sentirás llena, tienes mi permiso para que en ese momento te levantes al  baño y puedas evacuar.

Metió  la goma en mi culo  poniendo el cubo bajo mis piernas  y dejo caer agua por la goma, el agua estaba templada y aunque  me resultaba incomodo, no fue doloroso, tal y como dijo comencé a sentirme llena, le mire me retiro la goma y me levanté al servicio. Para mi desgracia él fue detrás de mi y se puso justo delante, impidiéndome estar tranquila.
-          Límpiate y levanta  o lo hago yo.

Me apresure a terminar y me levanté de mala gana, y pase frente  a él, y recibí una bofetada seca en mi cara, como castigo a mi desaire.
Me condujó de nuevo a la habitación, y me ordeno que me pusiera a cuatro patas, su actitud había cambiado.
-          Si no quieres que te trate bien lo haremos de otro modo.

Volvió a colocarse un guate repitió la lubricación de mi culo e introdujo esta vez tres dedos de golpe.
-          Estas lista.

Bajó su pantalón y acerco su dura verga a mi, en ese momento no puedo negar que me encontraba  excitada. Para mi asombro su verga no se introdujo en mi ano, sino en mi coñito mojado, embistiendo con celeridad.
-          Si hubiera sabido que estabas tan prieta, hubiera hecho esto hace mucho tiempo.

Tras conseguir que tuviera un orgasmo retiró su polla y esta vez si la metió despacio en mi culo, no pude reprimir un nuevo grito, pero no tuvo consecuencias solo dijo.
-          Chilla lo que quieras mientras sea por una  mezcla de dolor y placer.

Esto fue un alivio para mi, escupí las bragas que tenía aun en la boca, y comencé a sentir, tal y como había dicho una mezcla de placer y dolor que me tenía extasiada, poco antes de correrse saco su verga y me la metió en la boca follándome con fuerza hasta que se vino en una explosión, que inundó mi boca de su leche, ya no me sentía forzada más bien estaba disfrutando como una perra, y él lo noto.
Cuando termine de chuparle se levantó se vistió y se fue no sin antes decirme
-          Estoy satisfecho contigo, zorra.
-          No lo olvides,  eres mía y haré esto o lo que quiera cuando y como quiera, ahora duerme